Diciembre de 2025 no trajo un sistema nuevo, pero sí una confirmación de lo que se venía gestando durante todo el año en las oficinas de Meta: la plataforma busca orden y claridad, dejando cada vez menos margen para la ambigüedad creativa. La actualización del algoritmo no fue un cambio de reglas sorpresivo, sino la formalización de una dirección que prioriza los intereses declarados por el usuario y la consistencia temática. La señal más clara de este cambio llegó el pasado 10 de diciembre con el lanzamiento de “Tu Algoritmo”, una función de transparencia que, aunque se vendió como una herramienta de control para el usuario, en el fondo representa un cambio estructural en cómo se mide la relevancia.
El usuario toma el control, pero el creador paga el precio
Históricamente, Instagram adivinaba qué te gustaba basándose en si le dabas like a una foto, si guardabas un reel o si pasabas de largo una historia. Eso era inferencia pura. Ahora, con la nueva herramienta, se suma una capa de señalización explícita: el usuario le dice a la app qué quiere ver y qué no. Esto reduce la “zona gris” de las recomendaciones. Si vos decís explícitamente que te interesan los viajes, el sistema va a filtrar con mucha más agresividad cualquier contenido que se salga de ese carril.
Para los creadores de contenido, esto cambia las reglas del juego. Ya no alcanza con tener buen engagement; el contenido tiene que encajar perfectamente en categorías temáticas bien definidas. Nii Ahene, fundador de Net Influencer, lo explica clarito: la función de transparencia no es tanto para empoderar al usuario, sino para que Meta se lave las manos ante problemas de burbujas de filtro. Si el usuario elige qué ver, la responsabilidad es suya. Y acá es donde la cosa se pone difícil para los que generan contenido: el sistema ahora está diseñado para reducir el riesgo operativo de la empresa, no para maximizar el éxito del influencer.
La trampa de la consistencia y el fin de los hashtags
El algoritmo actual quiere que seas predecible. Si tenés una cuenta de fitness y de repente querés pivotar a estilo de vida o productos de bienestar, corrés el riesgo de que tu distribución se caiga a pedazos. Es una “identidad rodante”: tu posicionamiento se recalcula constantemente con tus últimos posteos. Si un día subís fotos de viajes y al otro reseñas de productos, la plataforma no sabe dónde ponerte y perdés alcance. Ahene advierte que esta lógica obliga a “casarse con un nicho” y aceptar ese techo, o bien diversificar fuera de la plataforma antes de que el algoritmo te encasille para siempre.
Por otro lado, si sos de los que todavía llenan el pie de foto con hashtags, tenés que saber que esa estrategia ya fue. La actualización de diciembre terminó de confirmar que Instagram se mueve hacia el descubrimiento por palabras clave (SEO). Los hashtags ya no se pueden seguir y tienen menos peso en el ranking, una medida que busca limpiar el spam. Ahora, lo que importa es que uses lenguaje natural y palabras clave descriptivas en tu biografía y en los textos, porque así es como la gente te va a encontrar.
No todo es algoritmo: cómo destacar visualmente en las historias
Mientras el sistema técnico exige coherencia lógica, la batalla por la atención visual sigue siendo clave, especialmente en las historias, que duran apenas 24 horas pero son una de las herramientas más potentes para conectar con la audiencia o los “Mejores amigos”. Muchos usuarios se rompen la cabeza buscando formas creativas de personalizarlas, y uno de los recursos más buscados es cómo cambiar el fondo, algo que varía según qué tipo de story estés subiendo.
Si querés subir una historia común con un fondo sólido o en degradé, no hace falta ser diseñador. Entrás a la cámara de las historias (deslizando a la derecha o tocando tu foto de perfil), vas al menú de la izquierda y elegís la herramienta “Crear”, esa que tiene las dos letras “A”. Ahí mismo podés cambiar el color del fondo. Después, si querés agregar una imagen encima, te vas a la parte superior, tocás el ícono de los stickers y buscás la función “Foto sobre foto”. Esto te permite traer cualquier imagen de tu galería y pegarla encima del fondo de color que armaste.
Trucos para recuerdos y menciones
Ahora bien, hay otra vuelta de tuerca que muchos no conocen, ideal para cuando compartís un recuerdo del archivo o cuando alguien te etiqueta en su historia y la querés repostear. En estos casos, el fondo automático que pone Instagram suele ser medio aburrido, pero cambiarlo es una pavada.
Primero, cargás el recuerdo o la historia compartida. Después, te vas a la herramienta de “Dibujar” (los tres puntitos arriba a la derecha), elegís el color que más te guste de la paleta y mantenés el dedo apretado sobre el fondo de la pantalla durante un par de segundos. ¡Listo! El fondo cambia instantáneamente al color que elegiste, tapando el original pero dejando el contenido principal visible si lo hacés con cuidado (a veces hay que usar el truco de “Foto sobre foto” para volver a poner la imagen principal encima si se tapa). Son detalles estéticos, pero en un entorno donde el algoritmo no perdona, cuidar la calidad visual es lo mínimo que podés hacer para mantener a tu audiencia enganchada.