Casi todo lo que hacés con tu celular, la compu o la tablet arranca con una consulta al Sistema de Nombres de Dominio (DNS). Básicamente, el DNS es el encargado de traducir nombres de dominios —como ZDNET .com— en una dirección IP, para que las aplicaciones y los navegadores sepan de dónde sacar la info que estás buscando.
Para que te des una idea, si no existiera el DNS, tendrías que acordarte de memoria números como 34.149.132.124 cada vez que quieras entrar a un sitio. Es un laburo invisible que está funcionando incluso cuando hacés una simple búsqueda en Google. El tema es que el DNS estándar no suele estar cifrado. Esto significa que todo lo que navegás viaja por la red como “texto plano”, a la vista de cualquiera que sepa dónde mirar.
El peligro de navegar “al desnudo”
¿Por qué es un problema que el DNS no esté cifrado? Ponéle que estás en un café o en el aeropuerto usando el Wi-Fi público y te ponés a buscar cosas en tu Android. O capaz tenés que entrar al panel de control de tu laburo y no querés que nadie sepa qué dirección estás escribiendo. Si hay alguien colgado en esa misma red con un par de conocimientos técnicos, podría interceptar tus consultas y saber exactamente qué páginas estás visitando.
Ahí es donde entra el modo de DNS Privado. Una vez que activás esta función, todas tus consultas se cifran. Así, aunque un ciberdelincuente logre capturar esos paquetes de datos, no va a poder ver absolutamente nada. La verdad es que, si te importa un poco tu privacidad, tener esto activado debería ser obligatorio.
Cómo activarlo si tenés Android 11 o una versión más nueva
Si tenés un equipo con Android 11 en adelante, la forma tradicional de configurar el DNS privado cambió. Ya no se hace de manera manual en los ajustes del sistema, sino que necesitás una mano extra. Lo más práctico es instalar una aplicación de Cloudflare llamada 1.1.1.1 + WARP.
Una vez que la bajás, la abrís y vas a ver un interruptor que dice “Desconectado”. Lo tocás y listo, el servicio ya queda andando. Ojo, que la app tiene una maña: si la desactivás y después querés volver a prenderla, es probable que no la encuentres en el cajón de aplicaciones de tu celular. Vas a tener que ir a la Google Play Store, buscarla de nuevo y darle a “Abrir” desde ahí. Es una molestia que Cloudflare debería arreglar, pero mientras tanto, esa es la vuelta que hay que dar. Si la app está corriendo, te va a aparecer una notificación y tocándola entrás directo.
Pasos para versiones de Android más viejas
Si todavía usás un dispositivo con Android 10 o anterior, el proceso es distinto pero igual de efectivo. Para este caso no hace falta bajar nada, se hace todo desde los ajustes del equipo.
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Entrá a Redes e Internet: Abrí la configuración de tu Android y buscá el apartado de “Red e Internet”. Si tenés un Samsung Galaxy, la ruta suele ser Ajustes > Más ajustes de conexión.
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Buscá el DNS Privado: Generalmente está al final de la lista. Si no lo ves a simple vista, usá la lupita de arriba en los ajustes y escribí “DNS privado” para ir directo al grano.
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Cargá un proveedor seguro: Acá es donde tenés que elegir quién va a cuidar tus datos. Podés usar el de Cloudflare, que es muy confiable. Tenés que seleccionar la opción de “Nombre de host del proveedor” y escribir:
1dot1dot1dot1.cloudflare-dns .com.
Al final del día, lo importante es entender que el DNS privado cifra tu tráfico para que tu proveedor de internet (ISP) o cualquier curioso no te ande siguiendo los pasos. Es un cambio simple, no te lleva más de dos minutos y la mejora en seguridad es abismal. Desactivarlo es, básicamente, dejar tus datos regalados en la red.