WhatsApp se consolidó hace tiempo como la herramienta de comunicación por excelencia, especialmente en regiones como Latinoamérica, India y Europa, donde su uso es prácticamente obligatorio tanto para la vida social como para los negocios. Sin embargo, la plataforma atraviesa cambios constantes que afectan desde al usuario común que busca exprimir al máximo las funciones de la app, hasta a las grandes corporaciones que dependen de su infraestructura. Mientras los usuarios encuentran formas creativas de duplicar sus sesiones mediante WhatsApp Web en el celular, Meta ha decidido marcar la cancha con nuevas políticas que restringirán severamente el uso de inteligencias artificiales de terceros.
La maniobra para tener WhatsApp Web en el celular
Para el usuario de a pie, una de las mayores incógnitas siempre fue cómo gestionar su cuenta en más de un dispositivo móvil sin depender de la aplicación nativa. Aunque WhatsApp Web fue pensado para la computadora, existe una vuelta de tuerca que permite acceder a esta interfaz desde un navegador móvil. La clave reside en un truco sencillo: engañar al sistema. Al ingresar al sitio de WhatsApp Web desde el navegador del smartphone —ya sea Chrome, Safari o cualquier otro— es necesario ir al menú de configuración y tildar la opción “Sitio de escritorio” o “Vista ordenador”. Esto obliga a la página a cargarse tal cual lo haría en una PC, mostrando el famoso código QR.
Sin embargo, hay una letra chica en este procedimiento que muchos pasan por alto. No es posible usar este método para abrir tu propia cuenta en tu propio celular, ya que la validación requiere el uso de la cámara para escanear el código. Es una herramienta pensada para la asistencia entre dos personas. Si te estás quedando sin batería y no tenés un cargador a mano, podés pedirle el celular a un amigo, abrir el navegador en modo escritorio y escanear el QR con tu teléfono moribundo. De esta forma, tu cuenta queda “clonada” o duplicada temporalmente en el dispositivo ajeno, permitiéndote seguir comunicado. Es una solución ideal para emergencias, compatible tanto con Android como con iOS.
El portazo a la competencia en el ámbito corporativo
Mientras los usuarios buscan flexibilidad, Meta está endureciendo las reglas del juego para el sector empresarial. En una movida reciente que sacudió el tablero tecnológico, la compañía anunció cambios drásticos en los términos de WhatsApp Business. La fecha límite es enero de 2026: para ese momento, herramientas como Microsoft Copilot y ChatGPT quedarán efectivamente fuera de la plataforma. El objetivo es claro: posicionar a Meta AI como la única opción de inteligencia artificial de propósito general dentro del ecosistema de WhatsApp.
Este giro estratégico obliga a las organizaciones que hoy emplean chatbots de terceros a repensar sus operaciones. Ya no se trata solo de una actualización de software, sino de evitar quedar atrapados en una dependencia total del proveedor, dictada por los términos de Meta. Un portavoz de la empresa fue tajante al señalar que la API de WhatsApp Business está diseñada para que los negocios brinden soporte, y su foco estará puesto en apoyar a quienes construyan estas experiencias bajo su propio paraguas tecnológico. Aunque los chatbots han prosperado en este entorno, su uso para servicios internos o de valor agregado enfrentará una interrupción significativa.
El dilema para los gerentes de tecnología
La situación plantea un verdadero rompecabezas para los compradores de tecnología. Dado que WhatsApp es una herramienta casi indispensable fuera de Norteamérica, las empresas en nuestra región se ven en una encrucijada. Cambiar a Meta AI puede parecer la salida más pragmática para no perder el canal de comunicación, incluso si las soluciones actuales de IA satisfacen mejor las necesidades técnicas del negocio. Por otro lado, migrar a plataformas alternativas podría romper la productividad y complicar la gestión del cambio.
Para no dar pasos en falso, se aconseja a las organizaciones adoptar un enfoque sistemático. Lo primero es identificar qué tanto dependen hoy de Copilot o ChatGPT dentro de WhatsApp y entender el impacto de perder esa capacidad. Es fundamental realizar pruebas exhaustivas de la integración, el rendimiento y la confiabilidad de Meta AI para detectar brechas antes de que sea tarde.
Planificación ante el nuevo escenario
No basta con mirar el aspecto técnico; la gestión del cambio es vital. El éxito en estas transiciones suele depender más de la preparación del usuario que de la destreza informática. Las empresas deben considerar si otras plataformas, como Microsoft Teams o Slack, pueden alojar sus soluciones de IA actuales y calcular el costo de mantener sistemas duales. Además, la estrategia debe ser flexible: la dependencia de WhatsApp varía según la geografía, y lo que funciona para una sucursal en Estados Unidos puede ser inviable para una en Argentina.
Este desarrollo subraya una lección crítica de estrategia digital: concentrar funciones críticas en una sola plataforma siempre eleva el riesgo cuando el mercado evoluciona. La adaptación efectiva requerirá aprovechar esta coyuntura no solo para cumplir con una fecha límite, sino para reforzar la estrategia general de IA y la gestión de riesgos con proveedores.